jueves, 6 de enero de 2011

Del por qué del dolor de hueco.


Un espejo tiene enfrentada una figura. La figura no es humana. Ya perdió esa propiedad.

Restos de cocaína dejan una perfecta línea vertical sobre un espejo, souvenir de la mismísima ciudad del amor. La Torre Eiffel inscrita en la tapa de otro espejo es testigo de la escena de un crimen pasional.

Tienes suerte-le dijo-podías estar ahí en una nevera con una etiqueta en el dedo del pie. Suerte, exclamó ella- nunca supe qué forma tenía. Aún siento el agua en mis zapatos.

En un extremo de la misma ciudad el frío quema el labio de un hombre. Este cura sus heridas con un cartón de vino. -La última gota- piensa mientras observa su labio en el espejo retrovisor de un Mercedes. Se me han mojado los cartones. Y este maldito coche los ha atropellado. Hoy es dormir sobre mojado-.

Al otro lado del baño, ella muerde sus delicadas uñas. -Tarda mucho-, piensa. Y a los diez minutos sale la figura. La besa en-la-mejilla. Teme ser descubierta. -Hay besos que duelen- emite entre bocados al tiempo que escupe un pellejo de piel muerta.

Historias, sucesos paralelos en lugares tan próximos como lejanos. Todos bajo un mismo techo. Como diría Claudio: nada está seguro bajo el cielo*.

Ceremonias y algunas orgías. Siempre un carrusel ambulante. El ser humano y sus soledades. Hasta cuándo. Hasta que quizá un día encontremos otras formas de comunicación.

T-r-a-s-p-a-s-a-r- las-fronteras-de-la-carne.


*Claudio Rodríguez

4 comentarios:

  1. Escribes muy bien.
    un placer pasar a leerte.
    Que tengas un feliz fin de semana.

    un abrazo.

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  2. tomo de un espejo y me duplico, no, me parto en dos

    abrazo

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  3. El ser humano, es soledad y solo busca un yo individual, se desprende de ello, cuando socializa su amor. Te dejo un beso y un abrazo, poetisa de lunas excitadas.

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  4. Encontrar el momento, en el cual, la carne ya no existe...

    Un fin de semana más estoy por aquí. Navegando entre tus cosillas. Genial.

    Saludos y un abrazo.

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