Una noche de jazz
vaciaste las cuencas de mis ojos
mientras los gatos fumaban el humo de los muertos
en las tapias
las baldosas caían al abismo a nuestro paso
Inhalaste mi nuca y el primer Infierno
entonces supimos del silencio y la muerte
Desde aquella noche,
voy amamantando a cabras y lobos
en cada cueva de esta ciudad
Abrazamos el inmóvil mundo que se escapaba entre las rejas
nos sobraban barrotes y sombras de pájaros
Tú querías ir a Brooklyn a quemar papeleras y dinero
comías Peyote a diario
te bastaba la Luz y tu aliento de mono
fugándote de un Laboratorio
Yo me fui al Universo más lejano
donde tocan tus ojos sus pesadillas
y allí me pediste la Luna en bandeja
y una cabeza de Virgen rodando en las Dunas
nos quedó un amor terrorista en las venas
y la lúgrubre luz del contrabajo