jueves, 25 de noviembre de 2010

Oculta al abrigo de la maleza.




Mi boca besa

lo que muere, y lo acepta. Y la piel misma
del labio es la del viento. (Claudio Rodríguez).




Hay un roce que se convierte en la misma piel

del cuerpo que emigra

Hay un nido en mis pulmones
que crece hacia dentro,
sus crías buscan comida
no encuentran gusano que las sacie
entonces me exigen,
con sus alas puntiagudas
y sus picos deformados por el hambre,
cuídanos
cuída a las huérfanas de aire
que ahora viven enterradas.

Y los gusanos mientras tanto, me piden compasión
déjanos en esta tierra, no nos lleves a los picos.
Aún no.

Me contraigo. Me contracto. Me contagio.


4 comentarios:

  1. Tus huellas siempre son bienvenidas :)

    Un abrazo fuerte de vuelta.

    ResponderEliminar
  2. Hay un roce que se convierte en la misma piel
    del cuerpo que emigra

    muy bello

    saludos

    ResponderEliminar
  3. En tus versos el universo se revuelve. El aire siempre estara huerfano de viento, porque el huye siempre.
    Un Beso poetisa

    ResponderEliminar