lunes, 22 de agosto de 2011



Morder sobre collar de pinchos
es infinitamente menos doloroso

que morderle el cuello a la rutina

dividir los hemisferios entre quiero y no quiero

duele bastante, sí

pero menos que ver deshojar

una margarita inocente

víctima del psicópata amante





2 comentarios:

  1. Morderle el cuello a la rutina cuesta dios y ayuda. Me gusta tu blog, te sigo.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Cada uno lleva la pasión, como puede, como le gusta, o como le dejan...

    Saludos y buena tarde de miércoles.

    ResponderEliminar