
En la noche de la siembra
los grillos cantan enfermas canciones.
Los árboles se retuercen
y las voces no hablan, se comunican:
-sal de tu jaula alada-.
Las semillas en mi boca
y la lengua en el quicio de una puerta
Ambulante entre plumas y abismos
dije rostros.
Digo jaulas.
Me dirijo al viejo rancho de las memorias.
La aUTOPIstA me observa.
A pesar de nuestro estado actual de conocimiento
el viento sigue en su certeza:
-los árboles serán libres-
y nosotr*s enfermas canciones de grillos.
Mi cuerpo líquido se vierte como
abono de raíces incendiadas
Entonces,
¿qué valor adquiere el miedo
cuando el instinto es otro?
¿cuáles son los parámetros?
comer y decir muerte
vomitar y saber qué del amor.
Y saber qué.