Somos muñecas famélicas
paseándose por el asfalto
el calor nos devora las entrañas
y los niños que fueron en el abismo
Somos puñados de graba escurriéndose
en un frasco que cuenta el tiempo y
la deforestación del alma
Nos encontramos en las distancias exactas
que miden nuestras muecas en los desagües
definimos la sangre que se nos derrama
entre las piernas
como cuadros y poemas que no fueron
y no serán de aquella manera perfecta
Perfecta mierda suicidándose por la ventana
de un edificio suspendido en el cielo
los Ángeles caen porque es la única manera
que tienen de sentirse el cuerpo
el magma nos cubre las alas
a la velocidad de un millón de pájaros
que huyen al Sur en busca de alimento
la ciudad nos cuelga del sexo
la Existencia nos trocea
para ser infinitos cuerpos gestándose en la Guerra
Quién quiso dormir al Silencio del Lobo
y despertar con sus alas en la boca.
(Sonido)